Aunque las habas resisten bien el frío, cuando hay riesgo de heladas por debajo de los tres o cuatro grados bajo cero, les va muy bien una protección. Antes utilizaba el plástico, pero desde hace unos años, utilizo la malla o manta térmica ya que puede llegar a aumentar la temperatura hasta 6 o 7 grados. Es un material muy liviano y recogido en condiciones, se puede volver a reutilizar.
Primero instalo unos arquillos de hierro y por encima de ellos, una malla conejera, al objeto de que la manta no se hunda. Una vez extendida la malla térmica, coloco otra vez malla conejera por encima y la sujeto con unos piquetes, así queda muy sujeta y no se la lleva el viento. También se puede sujetar con cuerdas. Para la colocación, es imprescindible que no haga viento.
Hay que resaltar que se puede colocar directamente por encima de las plantas, aunque yo prefiero hacerlo con un pequeño túnel como está en las fotos.
Esto hay que hacerlo antes de que hiele. Este año me he descuidado un poco, y el resultado salta a la vista. En las fotografías se aprecia claramente que en la zona que no estaba protegida, el hielo ha dañado bastante las habas, aunque creo que se recuperarán.
Este sistema vale exactamente igual para los guisantes, los bisaltos y las chalotes.
Huesca, Diciembre de 2014